miércoles, 16 de marzo de 2011

Rubén Darío

En la selva del verso castellano
Rubén es el león y la domina:
su estro es de una hechura tan divina
que casi, casi no parece humano;
se eleva sobre todos, soberano;
su cetro no se arruga ni declina;
toda la fauna ante su voz se inclina
y el más crecido se declara enano.
Hay poetas más hondos y sutiles,
ingrávidos los hay, como libélulas,
y hay otros que penetran, cual reptiles,
en el fondo del fondo de las células;
mas cuando el plecto de Rubén estalla,
todos se dicen el uno al otro: "Calla" 

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