lunes, 7 de noviembre de 2011

Willy Brandt en su lecho de muerte

Si golpeáis al muro, el muro cede :
Un día u otro, se agrieta y se derrumba...
y un trueno azul de libertad sucede
al desplome del muro y su balumba;
no importa un tris que el luchador sucumba,
siempre que alguno su piqueta herede
por que el que muere, como el Cid, aún puede
ganar muchas batallas tras la tumba.
Sigamos, pues, constantes y seguros,
detrás de Brandt, pegados a su huella,
derribando más trabas y más muros;
la batalla será reñida y bella;
se avecinan, tal vez, tiempos oscuros,
pero jamás se apagará su estrella. 

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