No hay bicho más destructor,
más odioso y más abyecto,
que el que, viéndose perfecto,
se erige en inquisidor.
Si entona "el yo pecador"
ronronea en su intelecto :
" Yo, el impecable, yo el recto,
" Yo, el impecable, yo el recto,
yo el modélico, yo el mejor " :
Cabecilla sin mancilla
Cabecilla sin mancilla
de la próspera pandilla
que a la adúltera apedrea,
ve la brizna en ojo ajeno
y en su córnea farisea
no distingue...un carro de heno.
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