Quise hollar la cima que no se regala,
lograr una a una grandes ambiciones,
pero en pleno ascenso se rompió la escala,
y caí hasta el fondo dando trompicones.
Una vez abajo, me uní a la rehala
de mínimos seres, grises y ramplones,
y aquel que aspiraba a tigre de Bengala
anda hoy por la vida cazando ratones.
No seré yo injusto, mezquino y rastrero,
culpando a los otros de mi frustración;
el fallo fue mío : caí prisionero
de un bello espejismo, de una seducción :
Llegar a la Gloria sin pasar primero
Llegar a la Gloria sin pasar primero
las " horcas caudinas" de la abnegación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario