De nuevo Arhzallus Loyola,
engallado y valentón,
se enfrenta a porta gayola
con nuestra constitución,
la única, la española.
Ten cuidado jaquetón
que no das pie con bola,
no te pegue un gañafón
que embiste como ella sola,
y te vuelva, fantasmón,
una estatua de escayola,
Tancredo de Mondragón.
Este Arhzallus tiene cola
y veneno de escorpión.
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