lunes, 19 de diciembre de 2011

Hemingway

Erase un yanki a la emoción pegado,
 era una testa del común erguida,
 érase un espontáneo de la vida,
con un vaso de wisky siempre al lado;
era un tosco gigante enamorado
de la apuesta arriesgada y sostenida,
era un claro presagio de suicida
en cuanto su corrida ha terminado.
Erase un rifle siempre en bandolera,
era un coleccionista de emociones,
buscador del peligro donde fuera,
érase un trovador de los pitones,
era un frecuentador de la trinchera,
el que nunca faltó en los callejones.

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