sábado, 24 de diciembre de 2011

Fábula del asno y del cochino

Envidiando la suerte del cochino,
un asno maldecía su destino:
" Yo, decía, trabajo y como paja,
él come, harina, berza y no trabaja,
a mí me dan de palos cada día,
a él le rascan y halagan a porfía.
Así se lamentaba de su suerte
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza,
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
! Si en esto para el ocio y los regalos
al trabajo me atengo y a los palos¡.   


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