! Qué fácil se lo pone al caricaturista
tu rechonchez flotante, vital, sanchopancera,
Doña Cristina Almeida, letrada guerrillera,
de cuerpo amondongado y de alma sufraguista ¡
! Qué lúcida y qué ácida, qué impávida y qué lista
levantas a los vientos la femenil bandera;
tan plácida- no flácida- te vuelves una fiera
en cuanto se te toca la vena feminista ¡
No tienes la prestancia de aquella Pasionaria,
pero albergas su temple, su mismo corazón:
detrás de esa silueta porcuna y ordinaria,
se esconde un gran carácter, una alta vocación:
Ir levantando ampollas en la piel reaccionaria
de " Hijos y Sucesores de Doña Inquisición ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario