Isabelita Tocino.
ministra de Medio Ambiente,
tuvo un gesto peregrino,
entre aplausos de la gente.
Como muestra y exponente
de ecológico fervor,
con un pastor de asesor,
la de las blondas guedejas
guió un rebaño de ovejas
sin cometer un error.
"Estampa conmovedora",
dijo alguno con retranca,
ver oficiar de pastora
a la repipí señora
del Barrio de Salamanca.
!Que inmortalice un pintor
con pinceladas geniales,
entre ovejas y zagales
a la Tocino, primor
de las cañadas reales;
y no se olvide el autor
de pintar por los breñales
al gran lobo predador
con la jeta de González¡.
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