sábado, 15 de octubre de 2011

Epitalamio a Miguel Mari Marturet

Aunque no soy un Neruda,
ni un Federico García
y tengo voz algo ruda
le canto esta poesía
 a un hombre que brega y suda
en la tierra regadía
y a su novia, que es, sin duda,
la más bella flor del día.
Miguel Mari Marturet :
me pongo sentimental
recordándote " un mocé"
un espigado zagal,
el día que te empleé
en mi bar del arrabal;
Miguel Mari Marturet,
 buen chaval.
Después con mente despierta
trabando como un chino
el duro tormo en la huerta,
te abriste pronto camino:
Nunca se cierra una puerta
al hombre que curra fino;
no hay una cosa más cierta
no hay nada más paladino.
Hoy que cuajado y maduro
pasas por la vicaría
sin económico apuro
y emprendes la travesía
de ese terreno tan duro
de la vida en compañía,
con luces y claroscuros
igual que la soltería...
Yo brindo por el futuro
de los dos en el gran día :
! Salud, Amor, muchos duros
y...más Amor todavía.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario