Cuando la muerte al fin, bese tus sienes,
vendrá tierna y cordial y no despótica,
! maestro aventajado en macrobiótica
matusalén de los matusalenes¡
A tus ciento diez años aún retienes
un rescoldo de humor y hasta de erótica,
y no eres una máscara robótica :
un zombi recibiendo parabienes.
Achacar tu vejez a la eugenesia
o a designio de Dios, me suena a chistes :
yo mas bien creo contra Ciencia e Iglesia,
que la Parca también sufre despistes
y en tu caso el " despìste" llega a amnesia:
la Muerte se olvidó de que aún existes.
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